Londres

Lunes, 29 de octubre de 2007 - Royal Albert Hall

Primera parte:

01- Intro
02- Amazing Grace
03- Pefti vrochi
04- I endekati entoli
05- Love changes everything
06- La paloma
07- Lily Marleen
08- O sole mio
09- Aïde to malono
10- Parlez-moi d'amour
11- The bonnie banks o' Loch Lomond
12- Siboney
13- I'll remember you
14- Smoke gets in your eyes
15- Odos oniron
16- Song for Liberty
17- Le ciel est noir

 

Segunda parte:

18- Try to remember
19- Bridge over troubled water
20- When I dream
21- Plaisir d'amour
22- Love me tender
23- Why worry?
24- Over and over
25- Cucurrucucu paloma
26- Ta pedia tou Pirea
27- Me and Bobby McGee
28- Turn on the sun
29- Come on Blue
30- Only Love
31- The white rose of Athens / Weisse Rosen aus Athen
32- Milisse mou
33- The summer knows
34- Autumn leaves
35- Over the rainbow
36- Come and sing
37- My way
38- Hartino to fengaraki

Nana, Real en el Albert Hall

        

 

Durante esta mañana del 29 de octubre de 2007, el sol londinense aviva los colores otoñales de Hyde Park y de Kensington Gardens. Las famosas ardillas grises se agitan alrededor de la estatua de Peter Pan. La lluvia de ayer no es ya que un mal recuerdo (Why worry, there should be sunshine after rain). La estatua del monumento creado en el honor del príncipe Albert, esposo de la reina Victoria, brilla con todos sus reflejos dorados. Frente a ella, los ladrillos polícromos del Royal Albert Hall toman su color ocre. El edificio, todo en redondez, me recuerda el Cirkusbygningen de Copenhague donde Nana cantó en enero de 2003, pero aquí es más imponente y más majestuoso.

 


En el vestíbulo de entrada, enfrente del Albert Memorial, así como en el vestíbulo de taquillas situado al opuesto del edificio, ninguna publicidad visible menciona el concierto de esta noche. Solamente un cartel está pegado sobre un panel a lo largo de Kensington Gore, a la izquierda del vestíbulo de entrada. La presencia de camiones de control de la BBC confirma la información recibida por medio del sitio del fan club que precisaba que se grabaría un vídeo del concierto.

Con Anne-Marie, una amiga francesa encontrada en la sala Pleyel en París en 1995, proyecté esperar la llegada de Nana hacia las 16h00. Para esperar, vamos a viajar en el tiempo visitando el Kensington Palace, residencia real de Princesa Margaret y de Lady Diana, beautiful forever.

 

 

 

 

De vuelta al Royal Albert Hall, cruzamos dos Inglesas, fans de hace tiempo, que nos anuncian que Nana ya llegó con el fin de grabar el programa de TV de Yvonne Littlewood. Tenemos que esperar hasta las 18h15, hora que nos fijó el reportero de televisión Ken Howard. Dio cita a todas las personas que respondieron al mensaje transmitido por el fan club. Desea que cada uno precise de dónde viene, cuando encontró Nana por primera vez y que representa Nana para él. Rueda y se entrevista así con fans de distintos países (Alemania, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Holanda, Nueva Zelanda, etc), aunque no respondieron a su mensaje.

Ahora, es el tiempo de incorporarse en su asiento. El acceso es facilitado por doce entradas repartidas todo alrededor del Royal Albert Hall. La sala es magnífica, a la altura de su reputación: la arena circular en el centro, a continuación las gradas seguidas de los palcos inferiores, ellos mismos rematados con tres balcones (dos con palcos, uno con gradas) y para terminar el deambulatorio, sin olvidar el órgano detrás del escenario. Por todas partes, el color rojo domina.

                      

Hacia las 19h30, la sala se obscurece y los músicos entran en el escenario bajo los aplausos del público. La composición del grupo ha cambiado. Se descubren dos nuevas cabezas (Christophe en la batería y Marc en las percusiones), pero Philippe, Hervé, Yannick y Luciano están siempre allí.

Después de una introducción inspirada de la música tradicional de las Islas Británicas, Nana entra al escenario, vestida con un vestido negro enteramente cubierto de una magnífica túnica transparente en tonos negros también. Toda la sala le ofrece una ovación de pie. Nana debe esperar que los aplausos alimentados cesan antes de abrir el concierto con el resplandeciente "Amazing Grace".

 

 

La voz es excepcional y bien puesta en valor por la sonorización de la sala. No hay altavoces agresivos de cada lado del escenario, pero varios conjuntos acústicos colgados arriba de nuestras cabezas. Cada conjunto está constituido de una serie de pequeños altavoces yuxtapuestos con forma de arco de círculo que va de abajo hacia arriba. El sonido, así distribuido en todas las direcciones, es todo en redondez, como la sala.

 

Nana, embajadora de honor de la canción griega en todo el mundo, nos ofrece "Pefti vrochi" e "I endekati entoli". Luego, "Love changes everything" ilustra la importancia del amor en la vida. Agradece al público por su fidelidad desde tantos años y desea que este concierto de adioses no sea impregnado de tristeza. Nana evoca su juventud en Grecia, sus padres y en particular su madre que tenía una bonita voz y que cantaba canciones del continente europeo como "La paloma", "Lily Marleen", "O sole mio", "Aïde to malono", "Parlez-moi d’amour", "The Bonnie banks of Loch Lomond" y "Siboney". "I' ll remember you" da prueba del afecto que tiene para su público.

Después de haber agradecido al público, Nana tiene un pequeño agujero de memoria. Con mucho humor, precisa que un día un amigo le dijo: « Mi querida, los 80 primeros años de la vida son los más difíciles ». Antes de cantar "Smoke gets in your eyes", recuerda que su amor para el jazz le mereció de estar expulsada del Conservatorio de Atenas. El viaje musical continúa magistralmente con "Odos oniron", "Song for Liberty" y el extraordinario "Le ciel est noir". Una segunda ovación de pie saluda el final de la primera parte que duró alrededor de una hora.

        

La sala se obscurece de nuevo, los músicos se instalan. Desde las primeras notas del intro, Nana vuelve sobre el escenario, vestida con un vestido blanco cubierto de una túnica transparente bordada con motivos dorados. Después de "Try to remember", "Bridge over troubled water", "When I dream", Nana canta un florilegio de sus canciones del siglo pasado:
Plaisir d’amour          
Love me tender
Why worry
Over and over
Cucurrucucu paloma
Ta pedia tou Pirea
Me and Bobby McGee
Turn on the sun
Come on Blue

En esta ocasión, Yannick y Philippe se juntaron con ella sobre el proscenio.

        

Nana presenta los técnicos (sin quienes el concierto no podría tener lugar) y sus músicos. Marc tiene mucho éxito, ya que con las percusiones, se agita con mucha energía haciendo girar distintos instrumentos.

Pascal Nègre, el Presidente de Universal entrega a Nana un disco de oro excepcional por haber grabado más de 100 álbumes, haber vendido 350 millones de discos en todo el mundo y por sus 50 años de carrera. Concluye con: « Nana es única ».

"Only Love" adquiere siempre tanto éxito con el público y Nana nos invita a cantar con ella "The white rose of Athens / Weisse Rosen aus Athen", la canción que ha sido un tipo de pasaporte para su viaje musical a través del mundo. "Milisse mou" da la oportunidad a Dimitris, Maria y Thanasis, admiradores venidos especialmente de Grecia para asistir a este concierto, de agitar la bandera azul y blanca de su país. Nana les saluda en griego.

A continuación, Nana evoca la importancia del cine al aire libre de su padre. Es allí que dio sus primeros pasos sobre el escenario y que descubrió las músicas de películas como "The summer knows", "Autumn leaves" y "Over the rainbow".

El solemne "Come and sing" anuncia el final próximo del concierto. Tras una falsa salida, Nana viene a terminar la canción ante una nueva ovación de pie. Para agradecer, canta "My way" y "Hartino to fengaraki", una de sus primeras canciones griegas que interpreta con mucha sensibilidad, emoción y delicadeza. Nana deja el escenario bajo los generosos aplausos. Las llamadas son tan intensas que vuelva para saludar una última vez. La segunda parte del concierto habrá durado alrededor de 1 hora 20 minutos.

        

Una cincuentena de personas se junta cerca de la puerta del escenario. Veremos pasar a André Chapelle y Lénou. Nana desaparecerá rápidamente en el coche que la espera.

Amistoso recuerdo a todas las personas que encontré: Lidy, Jolanda, Anne-Marie, Yürgen, Ignar, Dimitri, Cécile, Beate, Maria, Dimitris, Thanasis, Jean-Pierre y su esposa, Michèle de Nueva Zelanda, etc.

Hasta pronto .

    Christian Langlais