París

Sábado, 24 de noviembre de 2007 - Ópera de Garnier

UN DIAMANTE EN LA ÓPERA

Esta tarde, bajo el cielo de París bien soleado, a partir de las 15h00, ya hay mucha gente en la plaza del Palacio Garnier. Abajo de la escalera, una orquesta, constituida por jóvenes músicos talentosos y desbordantes de energía, toca melodías animadas. En el vestíbulo de la Ópera, reina un ambiente inhabitual. Ramo, Lulli, Gluck y Haendel, bien sentados en sus sillones de piedra, se preguntan: ¿« Qué famoso personaje puede bien ser la causa de todo este vaivén? ¿Por qué, tantas personas, tal un enjambre de abejas, se aglutinan alrededor de un libro a páginas abiertas? »

                                                        

Simplemente, son los fieles admiradores de Nana, que, venidos un poco de todas las partes del mundo, dedican el libro de oro que se le entregará esta noche. En realidad, será necesario un segundo libro de oro con el fin de permitir a todos poner por escrito sus sentimientos y sus agradecimientos para todos estos años de reparto.

Ahora, es el momento de esperar la llegada de Nana. Por eso, hay que salir del vestíbulo, bajar los pisos de la plaza y dar la vuelta al edificio. Atrás completemente está estacionado un imponente camión registrado en Alemania. Transporta todo el material técnico para la gira de noviembre de 2007 (Alemania - Bélgica - Luxemburgo - Suiza - Francia). Un cartelito, pegado en el parabrisas, precisa la planificación de hoy. Sola información desconocida : la hora de la llegada de Nana y de los músicos.

 

 

Algunas personas se reúnen en el pequeño patio que lleva a la entrada de los técnicos y de los artistas. Un guarda, encargado de supervisar el acceso, nos hace creer amablemente que Nana llegará por otra puerta, pero rápidamente, confirma que estamos en el buen lugar. Hacia las 16h30, una hermosa lemosina penetra en el patio. El conductor deja a Nana, a su hermana Jenny y a André. Nana se refugia rápidamente dentro del edificio, ya que hace un poco frío. Es a pesar de todo la ocasión de decirle algunas palabras calurosas y de ofrecerle regalos. Por supuesto, algunos se decepcionan por no obtener dedicatorias, pero Nana no debe coger frío, sería nefasto para su voz.

De vuelta en el vestíbulo de entrada, podemos constatar que la gente sigue escribiendo de prisa los mensajes en los libros de oro. Lamentablemente, no podrán todos hacerlo antes de la hora de apertura de puertas. A las 19h15, la muchedumbre se apreta para acceder a la escalera del palacio, la de la fotografía del disco "Classical". Todo es maravilla para los ojos. Por todas partes, sólo es mármol, lustres, mosaicos, dorados, esculturas, cuadros, colgaduras, un asombro estético. Los espejos duplican los volúmenes, los balcones ofrecen vistas sumergidas y vertiginosas.

                          

                                     

La magia continua cuando se penetra en la sala de espectáculo. El teatro parece pequeño a pesar de sus 1.700 asientos. El lustre de 7 toneladas brilla con todos sus reflejos dorados. Ilumina el famoso techo pintado por Marc Chagall en 1964. El pintor quiso rendir homenaje a 14 famosos compositores (Moussorgski, Mozart, Wagner, Berlioz, Rameau, Debussy, Ravel, Stravinski, Tchaïkovski, Adam, Bizet, Verdi, Beethoven et Gluck).

                                         

                                                        


Los sillones tienen una dominante roja, color elegido al principio para sus reflejos rosados, que dan a las mujeres más juventud y resplandor. Estas mujeres causaron una mini revolución el 5 de enero de 1875, en la representación inaugural donde Charles Garnier fue ovacionado. (Mencionemos que no había sido invitado y tuvo que pagar su palco!) En efecto, esa noche, la reina de España en cabeza, estas damas se atrevieron a salir de sus cabinas en el entreacto para invertir las galerías, comportamiento inconcebible anteriormente.

 

Hacia las 20h00, la sala se obscurece y el Sr. Lévon Sayan viene a presentar el concierto: « Este lugar que ocupo aquí esta noche es una procuración hecha por nuestro gran amigo Jean-Claude Brialy en quien pensamos todos. Quería con locura a Nana, apasionadamente el teatro y estamos en el más prestigioso. Vienen a rendir homenaje a Nana Mouskouri, una mujer que, sembrando al mismo tiempo notas de música a través del mundo, nunca ha perdido sus raíces. Tiene más que cualquiera el sentido de la humanidad y de la generosidad. Deseó que este concierto esté a favor de la Fundación Hôpitaux de Paris – Hôpitaux de France presidida por la Sra. Bernadette Chirac que invito a tomar la palabra. »

« Querida Nana, es una inmensa artista. En todo el mundo, su público le es fiel desde tantos años. Nuestro amigo común, Jean-Claude Brialy, le hubiera gustado tanto estar con nosotros esta noche, él que había querido reunir su inmenso talento y la causa que defendo en favor de los niños y adolescentes hospitalizados. Nuestra acción consiste en desdramatizar la estancia del niño, en hacerlo más agradable. Cuando el niño se siente casi como en casa, cuando está menos preocupado, todos los médicos lo dicen: es más fácil a cuidar y eso acelera su curación. Entonces, querida Nana, de todo corazón, un gran gracias. Su gira mundial conoce un enorme éxito. Su libro de memorias y su triple álbum de antiguas y nuevas canciones hacen la felicidad de sus muy numerosos admiradores. Es la justa recompensa de un trayecto excepcional y no es el público presente esta noche en este espléndido Palacio Garnier que me contradirá. Querida Nana, en mi nombre personal, la agradezco por todo el gusto que nos da y, en el nombre de la Fundación Hôpitaux de Paris – Hôpitaux de France, yo le renuevo mi más viva gratitud para su generosidad, mi admiración profunda y mi gran afecto. »

El público saluda estas intervenciones y manifiesta su impaciencia por una salva de aplausos. Es así que un videorama, acompañado de un instrumental de 7 minutos, describe la carrera internacional de Nana.

                                

                                                       

Aplausos alimentados saludan la llegada de los músicos y el final del video. Nana aparece inmediatamente vestida con una magnífica túnica que cubre su vestido blanco. El público le reserva una ovación de pie que le obliga a retrasar el principio de "Tora pou pas stin xenitia". Desde este momento, sabemos que la tarde va a ser excepcional. Después de "Adieu Angelina" con su muy bonita y nueva orquestación, Nana da la bienvenida al público y agradece su presencia. La garganta apretada, menciona su gran amigo Jean-Claude Brialy que fue el instigador de este concierto caritativo y que no pudo asistir: « Está con nosotros y como es alguien que no le gustaban los adioses, no será una tarde triste, pero plena de emoción y de amor. Vamos a recorrer un poquito mi vida con ciertas canciones que conocen. »

 

 

Recordando su juventud, Nana evoca el pequeño escenario del cine al aire libre de Atenas donde hizo sus primeros sueños de volverse cantante. Su madre, que tenía una muy bonita voz, le hizo descubrir numerosas canciones de distintos países europeos como: "La paloma", "O sole mio" y "Parlez-moi d’amour". Nana menciona también una experiencia musical memorable de sus principios: « En 1962, gracias al Sr. Hazan que me había hecho venir en París dos años antes, me fui por primera vez en Nueva York. Allí, grabé un disco con Quincy Jones. Una de estas canciones, era... "Smoke gets in your eyes". »

   

"La vie, l’amour, la mort", una de mis canciones francesas preferidas, si no mi preferida, permite a Nana demostrar toda la dimensión de su inmenso talento de intérprete. La voz es magnífica. Escalofríos de emoción me invaden. El público le ofrece una segunda ovación de pie, los bravos prorrumpen. ¡Qué felicidad de estar aquí! Nana evoca el recuerdo de su amigo Nikos Gatsos, poeta griego. Nos hace un inmenso regalo cantando "Mia fora ki enan kairo", canción llena de emoción, de delicadeza y que habla de la verdad. "Je chante avec toi liberté" tomo toda su solemnidad en este lugar prestigioso que es la Ópera. Es como un retorno a las fuentes. Verdi puede ser orgulloso de la adaptación de "Va, piensero", el famoso coro de los Hebreos de su Nabucco. La primera parte se acaba en apoteosis con la extraordinaria interpretación de "Le ciel est noir", canción que Nana incluye en todos sus conciertos de adioses, por todas partes en el mundo, y que le vale cada vez una ovación de pie.

               

Hacia las 21h30, los músicos entran en el escenario. Marc, el percussionnista, ausente en la primera parte, se junta con Christophe, Hervé, Philippe, Yannick y Luciano. Nana vuelve con una nueva ropa de escenario, vestido y túnica blancos. "Tous los arbres sont en fleurs" y "Pauvre Rutebeuf" abren la segunda parte del concierto. ¡No se puede pedir más! Y Nana continúa sus anécdotas: « Encontré muchos amigos en mi vida y algunos me escribieron canciones. Jean-Claude Brialy me dijo un día que nunca se debe olvidar de dónde uno viene y me escribió esta canción..."Où es-tu passé?". »


Mientras que invita al público a cantar con ella, Nana intenta sentarse sobre su taburete, pero su túnica le impide de bien fijarse. Dice con humor que es así todas las noches. Es verdad que en Lieja, había tenido las mismas dificultades. Nos había dicho que no quería que le ocurre el mismo incidente que Marlene Dietrich. Ésta, al tropezar en el escenario, había caído en el foso de orquesta. No estaba seriamente herida y el día siguiente, había dado su espectáculo sentada en un sillón de ruedas...una vez bien instalada, Nana nos ofrece un sublime popurrí de sus éxitos como "Plaisir d’amour" y "Quand tu chantes".

 

Después de una nueva ovación de pie, Nana presenta los técnicos y los músicos. A continuación, canta "L’enfant au tambour", "L’amour en héritage" y "Milisse mou" que pone mucho ambiente en la sala. Antes de proseguir el viaje musical, Nana añade: « Todas las películas que vi en mi juventud me llenaron de alegría y de sueños. Más tarde, trabajé con Michel Legrand y hemos grabado un disco que es como un homenaje a mis padres. Aquí están algunas de estas canciones..."Les parapluies de Cherburg", "The summer knows", "Les feuilles mortes" y "Over the rainbow". »

Este arco iris musical es una vez más saludado por una ovación de pie interrumpida por las primeras notas de "Come and sing". Tras una falsa salida, Nana viene a terminar la canción. Para saludar a todo el mundo, se vuelve hacia los palcos laterales del escenario y en particular el n°5, a su derecha, lo del famoso fantasma de la Ópera que debió también apreciar este concierto magistral. De repente, hip hip hip hourra prorrumpen como en el Musicorama del 13 de enero de 1969 y en el Olympia del 13 de octubre de 2002.

Nana sonríe y responde: « Les agradezco desde el fondo de mi corazón. Soy yo quien tiene ganas de gritar hip hip hip hourra. Agradezco infinitamente a Jean-Claude Brialy y a todos los que permitieron que este sueño se realice. Mi hermana Jenny y mi hija Lénou, que están allí esta noche, saben muy bien que era el sueño de mis padres que me convierta en cantante de Ópera. No conseguí, pero siempre he tenido mucho respeto y amor para la música y siempre he intentado defenderla. » Nana agradece también a los responsables de su sello discográfico al cual es fiel desde hace 47 años, un récord sin duda alguna: « Si hice una carrera internacional, es gracias a ellos. Me ayudaron a construirla. Gracias a Pascal Nègre que está con nosotros esta noche. »

El concierto llega al final y Nana se dirige por última vez a su público: « Querría cantarles mi primera canción, la que cantaba 49 años atrás. Es una canción de mis amigos Manos Hadjidakis y Nikos Gatsos. Habla de la verdad y de la fe: La luna es de papel y la orilla del agua imaginaria. Pero, si creyeras un poco en mi, todo eso podría convertirse en realidad...». El público retiene el aliento, escucha religiosamente "Hartino to fengaraki". Nana se aleja del micrófono, fija los palcos, a su izquierda y luego a su derecha. Me imagino que va a acercarse y cantar sin micrófono, ya que su voz y la configuración de la sala lo permiten, pero no se atreve a hacerlo. Al final de la canción, es una salva de aplausos tan intensa que se la oye apenas decir: « Gracias París, gracias Francia. » Deja el escenario, pero el público no quiere pasar de ahí.

 

Lo que sigue es extraordinario. Nunca lo viví desde 1971, fecha de mi primer encuentro con Nana y de mi primer concierto. Más de diez minutos de llamadas con « bravos », « une autre » (una otra) que prorrumpen por todos lados. Nana vuelve para saludar varias veces. La intensidad de las llamadas no ceda y el público escande: « Nana, Nana, Nana ». Cuando vuelve sobre el escenario, es acogida con « Ho Ho-Ho-Ho Ho, Ho Ho-Ho-Ho Ho ». El público grita: « Gracias, gracias » y nos ofrece un espléndido "Ave María". Durante los últimos saludos, Luciano y Yannick se juntan con ella. Nana tiene gestos de gratitud y de afecto hacia ellos. En efecto, inclina la cabeza alternativamente contra el hombro del uno y del otro. Es radiante de felicidad. ¡Que lindo es ver eso!

Para concluir, querría agradecer a Nana para habernos ofrecido un racimo de canciones tan excepcional y para habernos hecho vivir momentos extraordinarios que permanecerán grabados para siempre en nuestras memorias. Durante 2 horas 30 minutos, un viento de emoción cruzó la sala. La comunicación entre Nana y nosotros fue tan fuerte que a menudo nuestros ojos gotearon lágrimas.

COMO UN DIAMANTE CON MÚLTIPLE FACETAS MUSICALES, NANA ILUMINÓ EL TEMPLO DEL ARTE LÍRICO.

 

Nos dio tanto durante todos estos años de reparto.

Siempre la querremos. Va a faltarnos.

Nuestro solo pesar será no haber podido encontrar el momento ideal - intentamos varias veces, pero estábamos ahogados por los aplausos - para cantarle "Roses blanches de Corfou" como lo habíamos preparado. Pero eso quizá habría roto la armonía del concierto. Algunas personas intentaron cantar completamente al final, pero era un poco tarde.

Bien cordialmente a todos.

Christian Langlais

    

Primera parte :

01- Intro (video)
02- Tora pou pas stin xenitia
03- Adieu Angelina
04- Love changes everything
05- I amygdalia
06- La paloma
07- Lily Marleen
08- O sole mio
09- Aïde to malono
10- Parlez-moi d'amour
11- Smoke gets in your eyes
12- La vie, l'amour, la mort
13- Mia fora ki enan kairo
14- Je chante avec toi liberté
15- Le ciel est noir

 

Segunda parte :

16- Tous les arbres sont en fleurs
17- Pauvre Rutebeuf
18- Où es-tu passé?
19- Plaisir d'amour
20- Try to remember
21- C'est bon la vie
22- Guantanamera
23- Quand tu chantes
24- Cucurrucucu paloma
25- Ta pedia tou Pirea
26- Me and Bobby McGee
27- Le tournesol
28- Come on Blue
29- L'enfant au tambour
30- L'amour en héritage
31- Milisse mou
32- Les parapluies de Cherbourg
33- The summer knows
34- Les feuilles mortes
35- Over the rainbow
36- Come and sing
37- Hartino to fengaraki
36- Ave Maria (Schubert)