10 y 11 de marzo de 2014

UNA GRAN DAMA EN EL CHÂTELET DE PARÍS

- Lo esencial -

Ha caído la noche y la muchedumbre se junta delante de las entradas del teatro. Hacia las 19 horas, las puertas se abren y cada uno se dirige hacia su asiento, sin olvidar de comprar el programa que contiene muchas fotos inéditas. Es la primera vez que entro en esta famosa sala.

                               

Poco después de las 20 horas, las luces se apagan, el telón se abre y la proyección de un videorama recordando la carrera excepcional de Nana comienza. Los cuatro músicos toman asiento para iniciar la introducción. Inmediatamente después, Nana llega en el escenario acompañada por Philippe y el público le reserva una ovación de pie. El concierto comienza con la hermosa canción griega "Aspri mera".

Nana agradece al público. Está emocionada de actuar por primera vez en este magnífico teatro donde vino a menudo para escuchar a otros cantantes. Nos ofrece después "Pauvre Rutebeuf", lleno de sensibilidad, probablemente en memoria de todos sus amigos fallecidos: Nikos Gatsos, Manos Hadjidakis, Jean-Claude Brialy, etc. "Que sont mes amis devenus que j'avais de si près tenus et tant aimés?…Ce sont amis que vent emporte et il ventait devant ma porte, les emporta…". (¿Qué pasó con mis amigos de quien me encariñé y que quería tanto?...Estos son amigos que sopla el viento y se los llevó delante de mi puerta, se los llevó...). Nana canta que no puede hacer nada contra la vida, la muerte, el amor. La canción "La vie, l'amour, la mort" recibe, como siempre, la misma acogida. Los bravos estallan.

                               

Evoca su carrera: «Sr. Hazan me hizo venir de Grecia. Tuve la oportunidad de conocer a grandes compositores como Michel Legrand, Alain Goraguer y Claude Lemesle. Estos dos últimos me escribieron varias canciones cuya esta bella historia de amor: "L'histoire de nous".» "Toutes les légendes se ressemblent, nous ressemblent. Mais la plus belle, la plus tendre, c'est nous. Elle va se perdre dans la nuit des temps. On n'en fera pas un conte pour petits et grands. Dans l'histoire du monde, elle comptera pour rien du tout, l'histoire de nous, de nous, de nous…" (Todas las leyendas se parecen, nos parecen. Pero la más bella, la más tierna, es la nuestra. Se perderá en la noche de los tiempos. No se hará de esta un cuento para pequeños y mayores. En la historia del mundo, no contará para nada, la historia de nosotros, de nosotros, de nosotros...)

Nana toma el tiempo de presentar sus músicos: «Ellos son formidables. No sé lo que haría sin ellos. Hay Yannick con su guitarra, Pili con su bajo, Philippe con todos sus instrumentos y Luciano, el jefe de este pequeño grupo.»

Para esta tarde de aniversario, extrae la famosa canción "L'amour en héritage" de su bagaje musical. Uno no puede dejar de pensar en el amor que ha recibido de su público durante todos estos años. "J'ai reçu l'amour en héritage…, bien au-delà du temps, bien par-dessus les océans…C'est un beau cadeau l'amour en héritage". (He recibido el amor en herencia..., más allá del tiempo, muy por encima de los océanos...Es un buen regalo el amor en herencia.) El público expresa su satisfacción con bravos y aplausos alimentados.

Evoca sus influencias musicales. Grandes cantantes como Ella Fitzgerald, Billie Holiday, Marlene Dietrich, María Callas y Édith Piaf la inspiraron. Después, era Jacques Brel, Georges Brassens, Gilbert Bécaud, Charles Aznavour y Barbara. El tiempo pasó y ha escuchado cantantes más jóvenes: «Recientemente, me decidí a cantar, a mi manera, con mucho respeto, una de las canciones de Amy Winehouse "Love is a losing game". Es una pena que se haya ido tan rápido. Ella habría podido darnos muchas más cosas bellas.» Magnífica selección que le permite expresarse en este registro musical con la complicidad de Philippe con su saxofón!

Nana encadena con "Adieu Angelina" de Bob Dylan, uno de sus clásicos. De hecho, es la primera canción que le propuso André Chapelle cuando ha sido su director artístico. Desde las primeras palabras, el público la reconoce y su hija Lénou entra discretamente al escenario. A dúo, la interpretan de una manera mucho más intensa que de costumbre, lo que da una impresión de canción de lucha, lucha por la paz.

Después de haberla presentada, Nana la deja sola para que se haga conocer del público. Durante unos diez minutos, estamos en el universo musical de Lénou. Interpreta con sensibilidad mi canción favorita de su primer CD, "Je me souviens de vous". Sigue entonces, en un registro más moderno, más rítmico, "Happy Girl". A continuación, evoca su alegría de estar allí y su privilegio de tener dos padres músicos que le hicieron descubrir diferentes tipos de música, sin fronteras. Como tercera canción, ofrece una magnífica interpretación, llena de delicadeza, de "Alfonsina y el mar", en homenaje a Mercedes Sosa. El acompañamiento musical de Luciano al piano es sublime! Esta canción fue inspirada por la poetisa argentina Alfonsina Storni Martignoni (1892-1938). Afectada por un cáncer generalizado, se suicidó ahogándose en el mar.  

                               

Nana vuelve al escenario. Con Lénou, nos lleva en una calle de sueños. "Odos Oniron" siempre es un vuelo lírico, un torbellino musical que hace estallar de alegría el público. Aclamada, Lénou deja temporalmente el escenario.

"Je chante avec toi liberté", llena de solemnidad, hace vibrar nuestras almas. Luciano, con sus arreglos, edulcoró el acompañamiento musical original. Esta canción, universal, traducida en varios idiomas, es una de las canciones insignias de Nana. El público la ovaciona en todos los países donde la canta. Esta noche, el Châtelet resona con bravos y de gritos de alegría.

Después, Nana nos habla de sus primeros amigos en Grecia. Había Manos Hadjidakis, Nikos Gatsos, sin olvidar Melina Mercouri que hizo descubrir la música de su país gracias a su papel en la película "Nunca en domingo". Polydoros Vogatzis, un joven actor griego, recita las letras francesas de una de sus canciones. Nana y Lénou le acompañan tarareando. Y cantan algunas estrofas en griego con él. Este es un momento de emoción sublime. El homenaje sigue con "Ta pedia tou Pirea". La primera noche, invitan Polydoros a cantar la canción aunque no está previsto. La segunda noche, está preparado y realiza incluso unos pasos de sirtaki.

                      

Lénou y Polydoros regresan a los bastidores y Nana se instala en el taburete cerca del teclado de Luciano. Evoca las circunstancias que le hicieron descubrir las películas gracias a su padre proyeccionista: «En el pequeño escenario del cine, soñaba y cantaba. La película que me impresionó más en esa época es "El mago de Oz" porque la niña había tomado el camino para ver si había amor, esperanza.» Más tarde, se encontró con grandes músicos como Quincy Jones, Harry Belafonte y Michel Legrand con quien grabó canciones de películas. Nana nos ofrece un magnífico florilegio de estas canciones.

                      

"Plaisir d'amour", la canción de amor más bella del mundo, según Nana, le permite mostrar que su voz ha recuperado sus agudos. El final es particularmente bello como en Merignac, donde Luciano fue sorprendido por la extensión inesperada de la canción.

El público está entusiasmado. Nana, Lénou y los músicos se acercan del proscenio para saludar. Los aplausos siguen. El público reclama «une autre, une autre» (una otra, una otra). Entonces, a dúo, Nana y Lénou nos llevan sobre ritmos latinoamericanos. El ambiente es festivo. Muchas personas se aglutinan cerca del escenario y los otros están de pie.

La fiesta continúa con "Roses blanches de Corfou", su canción pasaporte de la que celebró recientemente los 50 años de existencia. Invita después los espectadores a cantarla. El alborozo sigue con "Milisse mou" que el público acompaña palmeando frenéticamente. La ovación que sigue es enorme. Es entonces el último saludo de todo el equipo. Y cada uno desaparece bajo los bravos.

El público no quiere pasar de ahí y sigue aplaudiendo durante largos minutos. Nana regresa bajo las aclamaciones. Rebosa de felicidad y disfruta de este retorno después de sus falsos adioses en Atenas el 23 y el 24 de julio de 2008. Como una reina, nos ofrece, A Capella, sin micrófono, la perla de las perlas, "Hartino to fengaraki". "La luna es de papel y la orilla del agua imaginaria, pero si creyeras un poco en mí, todo se convertiría en realidad." Esta noche, hemos vivido como en un sueño. Sin embargo, todo era realidad.

                               

Como Nana lo menciona, su apego a la Ciudad de la Luz comenzó hace 54 años: «Era el principio de todo. Es de aquí que salí para Alemania, los Estados Unidos, Inglaterra, por toda Europa y el mundo.» El entusiasmo del público durante estas dos noches en el Théâtre du Châtelet lo confirma: una vez más, París ha sido ganado.

Después del concierto, decenas de personas esperan a Nana en la salida de los artistas. Acompañada por André, entra rápidamente en la limusina. Esta, avanzando lentamente con la ventanilla trasera bajada, podemos saludar Nana y André, extendiendo la mano. La segunda noche, en el mismo lugar, la televisión filma una secuencia en la que muchos admiradores cantan "Happy birthday". Este reportaje será presentado el próximo mes de octubre en France 2. Esta vez, Nana, Lénou y André salen del teatro a pie hacia un restaurante muy cerca.

                               

Estos conciertos eran también una oportunidad de encontrar los fieles admiradores de Nana que vienen de todas partes (Francia, Inglaterra, Alemania, Holanda, Austria, Grecia, Estados Unidos, Suiza, Polonia, etc.) No mencionaré los nombres pero se reconocerán. Espero verlos de nuevo en los próximos meses, en Atenas el 14 de julio y en Hamburgo el 13 de octubre por el 80 aniversario de Nana.

Christian Langlais